Desde hace un par de años trato de caminar por las mañanas. No era una costumbre para mí, pero diversas situaciones personales y en particular el querer estar sana, me obligaron a tomar caminatas de 20 a 30 minutos diarios.
Al inicio me costaba mucho, y en varias ocasiones me puse pretextos para no salir a caminar. Sin embargo, poco a poco noté cómo mi cuerpo iba cambiando luego de acostumbrarse a realizar este ejercicio tan sencillo.
El agotamiento casi se me fue y sentía que rendía más durante el día. Aparte que cada caminata me hacía pensar y ver de mejor forma las posibles soluciones a los problemas que me acongojaban.
Ahora cuando me siento mal, estresada o con algún problema al que le tengo que buscar una solución inmediata, salgo a caminar y eso despeja mi mente.
Creo que caminar en definitiva transformó mi vida para bien, así que yo les recomiendo que no busquen pretextos y salgan a caminar, verán en poco tiempo que este buen hábito les ayuda en su vida tanto física como mentalmente.
Claro, en mi país, en la mayoría de las ciudades o localidades urbanas no existen lugares buenos para ir a caminar, trotar o correr, sin embargo, hacerlo en tu barrio, reparto, villa o residencial, también funciona. Cuiden de no hacerlo muy tarde pues el peligro a que te asalten está a la vuelta de la esquina, por eso les aconsejo las mañanas, además es una de las mejores formas de comenzar el día.
Cuando salgan a caminar, vayan cómodos, un short o licras, camisetas, gorra y zapatos tenis son suficientes para emprender el ejercicio que traerá muchos beneficios a su vida.
Y quien sabe, tal vez el próximo paso que demos sea comenzar un régimen de ejercicios para tener el cuerpo y la mente sana!
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